Me enamoré, juro que me enamoré. Cuando me di cuenta que ella me quería no quise perder esa persona y ese amor, pero tampoco quise dejar de probar mis chances de atención con otras. Pedí exclusividad mientras invitaba a otras, mientras convencía a otras, mientras ocultaba a otras. Como dice la canción:
"de sobra sabes que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera, por ti la vida entera...
y sin embargo un rato cada día,
te cambiaría por cualquiera,
te engañaría con cualquiera."
Ese macho idiota que llevo dentro llevó demasiado lejos sus mentiras, que debía tapar con otras más grandes... y así. Y como buen mentiroso, quise evitar las discusiones gritando más fuerte, más alto, con el seño más fruncido, con el cansancio tomándose la piel.
En el medio, manipulación, engaños, traiciones, y mucho dolor. Ida y vuelta, vuelta y revenida revolcándose en un mar de mierda cada vez peor. Otra canción dice:
"tanto se gritó diciendo nada,
no pudimos ver con tanta luz,
yo buscaba el cielo en tu mirada,
y nunca sabré lo que encontraste tu.."
Hasta que un día el cántaro se terminó rompiendo. Nada más sórdido que las lágrimas rodando por las mejillas de la mujer que me amó... lagrimas causadas por mi culpa, por mis engaños, mis mentiras y mis dudas.
He viajado muy lejos para aprenderlo, para saberlo, para entenderlo... lejos y tarde. Lo siento en el alma, lo siento mucho y no habrá forma de repararlo...
...y aunque no sé si te vas por lo que soy o lo que nunca fui... ojalá que te quepa el cielo en un abrazo y que siempre haya una estrella para ti.
